miércoles, 13 de mayo de 2015

Thras Inmortal Fest III.

Noche de gala para el género thrash en la tercera edición del Thrash Inmortal, en la cual se contaba para la ocasión con 3 grandes representantes de la escena. Conjuntos que nos traían por un lado la experiencia y por otro, el resurgir de un movimiento que está gozando de bastante protagonismo en los últimos tiempos.  Aún así, y después de una hora de espera impaciente, la afluencia del gentío no fue demasiado notable en un inicio.

Abrían la veda los barceloneses Agression a eso de las 21:45, con un machaque continuo a la guitarra entremezclado con algunos cortes que imprimían cierto carácter más progresivo y trabajado a su propuesta. “Thrashing Your Brain” de su primer trabajo ‘MoshPirit’ (2009) se disponía a calentar una sala que enseguida entró al trapo. Continuaron desgranando un setlist que también incluía canciones de su segundo trabajo ‘Viocracy’ (2012) como “MK Ultra”, para recordarnos que, a pesar de llevar 3 años sin pisar la capital, venían dispuestos a comernos con patatas. “Better You Run” de sus inicios dio paso a la parte más técnica del conjunto con “False Flags”. “Chaos Anatomy” y la propia “Viocracy” continuaban esta estela de furia en estado puro que se aplacó con cierto empaque en “Human Nature”. Terminaban con su popular “MoshPirit” dando las gracias a los asistentes por no dejarse llevar por las tendencias y continuar en la lucha por elevar estos sonidos a la categoría de su identidad y su única bandera. Obviando el típico comentario que hace alusión a la rivalidad de las audiencias de la capital y la ciudad condal para incitarnos a la locura desmedida, se despedían después de una hora de descarga.

En menos de un cuarto de hora llegaba la sorpresa de la noche. Con una indumentaria más propia de las bañistas de las playas californianas de los años setenta (bañadores y moñas incluidas), nos dejaban boquiabiertos en un abordaje del escenario tan salvaje que parecía que no hubiese mañana. 4 jóvenes alemanes, y tan jóvenes, que se han ganado la popularidad internacional a base de golpes sobre la mesa, habiendo teloneado ya en su corta carrera a bandas como Obituary o Six Feet Under. Ganadores de varios galardones como la Wacken Metal Battle que les llevó a tocar en el conocido festival; o mejor álbum y mejor banda revelación en los Metal Hammer Awards de 2013. Una banda que arrasó sobre las tablas sin ningún tipo de escrúpulo. DUST BOLT rompían todas las expectativas de un público que pasó de abrir los ojos como platos a entregarse a cualquier petición de circle pit de su vocalista Lenny. “Violent Abolition” o “Toxic Attack” (con un final épico que casi nos hace saltar las lágrimas de dicha), de su primer trabajo de estudio ‘Violent Demolition’ (2012); junto a “Soul Erazor”, “Agent Thrash” o “Future Shock” de su segundo disco ‘Awake The Riot’ (2014) provocaban más de un cuello dislocado. Incansables, salvajes, apasionados… estoy segura de que agotaron el merch.

Y tras otra hora de tralla inmortal avanzaban los holandeses Legion of the Damned, muy esperados y jaleados por todos, que nos atacaban con un sonido digno de una descarga decibélica infernal. Nos traían la presentación de su nuevo LP ‘Ravenous Plague’ (2014) luciendo fondo de la portada de su conocido ‘Cult Of The Dead’ (2008) con una sencilla propuesta vestidos enteramente de negro (para que no nos distrajese la escenografía de su hambre implacable por devorarnos). “Mountain Wolves Under A Crescent Moon”, “Bury Me In A Nameless Grave” o “Armalite Assassin” se coronaban como representantes de este nuevo compendio que se desplazaba a toda máquina, listos para rebanarnos la sesera. Hubo tiempo para repasar sus 10 años de carrera y así se lo hacían saber al respetable que coreaba poseso algunos de sus éxitos como “Death´s Head March”, “Werewolf Corpse” o su himno “Legion Of The Damned”.  No dudaron en romper cuerdas en su abatida, continuando el concierto sin uno de sus guitarristas y sin perder ni un ápice de contundencia. Hora y media de potencia impávida que nos noqueó y nos deleitó con su maestría a raudales.
No sé si se trata de un estilo imperecedero, pero lo que está claro es que es perfectamente capaz de trascender a los decenios sin perder frescura por el camino. Señoras y señores, estamos ante una nueva era que aúna la evolución de una tendencia que ha crecido y evolucionado con el paso de los años. Estamos listos para ver qué nos depara la cuarta edición…

Álvaro. No hay tregua.

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